Uno de los grandes problemas que podemos encontrarnos al trabajar con PHP es que, por carecer nativamente de una separación de ámbitos, podemos ejecutar casi cualquier bloque de código en casi cualquier lado. Eso puede ser una gran ventaja en muchos casos, pero también puede llevarnos a provocar, muchas veces inconscientemente, un desorden enorme en la organización de nuestros proyectos, tanto a nivel código como a nivel de archivos.
Teniendo en cuenta este problema, este post es un intento de repaso por algunas prácticas que, creo, deberíamos considerar al programar con PHP. Más concretamente, cuando trabajamos con funciones privadas o internas.